Redacción
Enrique Peña Nieto regresó a su tierra natal, como el hijo pródigo con la firme convicción de que el próximo 1 de julio ganará de forma contundente las elecciones y de nueva cuenta un mexiquense ocupará la Presidencia de la República como no ocurre desde 1958 con Adolfo López Mateos, originario del municipio de Atizapán de Zaragoza.
Desde Atlacomulco, municipio que le da el nombre al mítico grupo político del Estado de México de donde han surgido personajes como Carlos Hank González, y el actual aspirante presidencial Enrique Peña, quienes por décadas han intentado fallidamente ganar la Presidencia de México.
Arropado por los ex gobernadores Alfredo del Mazo González, Emilio Chuayffet Chemor –diputado federal por Atlacomulco-, y César Camacho Quiroz –presidente de la Fundación Colosio-, fue notoria la ausencia de Arturo Montiel Rojas, ex mandatario sumido en el escándalo de enriquecimiento ilícito, y también oriundo de esta tierra ubicada al norte de la entidad.
En su calidad de primer priísta de la entidad, el gobernador Eruviel Ávila Villegas dio la bienvenida a Enrique Peña Nieto, a quien vaticinó que desde esta tierra, la más poblada del país, recibirá la mayor cantidad de votos que le permita triunfar en los comicios presidenciales del próximo 1 de julio.
“Este arroz ya se coció”, sentenció Ávila Villegas al señalar que la campaña de su antecesor Enrique Peña se ha significado en la del triunfo que se concretará en las elecciones que están ya muy próximas.
El priísmo del Estado de México mostró el músculo de su movilización electoral con más de 10 mil personas que colapsaron el primer cuadro de Atlacomulco, en un templete flanqueado por el Palacio Municipal, la catedral de esta ciudad, y la estatua de Isidro Fabela a quien se le atribuye la fundación del Grupo Atlacomulco.
El aspirante presidencial recordó que desde su infancia recorrió las calles de Atlacomulco, y desde esta misma plaza municipal hizo campaña, primero para ganar una diputación local, y posteriormente para alcanzar la gubernatura estatal.
A nueve y siete años de distancia, Peña Nieto regresó a hacer proselitismo desde esta tierra, donde el próximo 1 de julio emitirá su voto. Aseveró que se encuentra a 14 días de su triunfo electoral para ganar la Presidencia de México.
“Me siento bien arropado, bien apoyado, especialmente por mi tierra y por el Estado de México que me vio nacer. Y porque estoy convencido de que el Estado de México tendrá una vez más, después de 53 años, un nuevo Presidente de la República”, aseveró.
Al término del evento, invitó al templete a su familia, donde se encontraba su esposa Angélica Rivera y sus hijas Paulina y Nicole Peña Pretelini.