Redacción
A 18 días de la elección presidencial, gobernadores del PRI cerraron filas en torno a la candidatura de Enrique Peña Nieto, ante la advertencia de que en las semanas que restan para la jornada comicial “arreciará” la guerra sucia en contra del mexiquense, quien ha sucumbido en la mayoría de las preferencias electorales y lo colocan a un solo dígito del aspirante del Movimiento Progresista Andrés Manuel López Obrador, quien muestra una curva ascendente.
Congregados en Casa Estado de México, en la ciudad de Toluca, la reunión fue encabezada por Enrique Peña Nieto quien convocó a los gobernadores a no confiarse y fortalecer el trabajo del partido para concretar un triunfo contundente en los comicios del próximo 1 de julio, al advertir que la oposición no cejará en los ataques en contra de su candidatura presidencial.
Los mandatarios estatales, liderados por el anfitrión Eruviel Ávila Villegas, refrendaron en su conjunto a Peña Nieto, que la estructura del priísmo nacional es la más robusta y organizada del país, lo que da la capacidad de ganar la elección presidencial que está en puerta, con la amplia posibilidad de regresar al PRI a Los Pinos.
Desde las tres de la tarde, la Casa Estado de México –que antes ocupó Peña Nieto- se convirtió en un búnker ampliamente custodiado por escoltas personales de los invitados; elementos de seguridad del gobierno estatal y agentes de la Policía Estatal. Camionetas blindadas entraron a Casa Estado de México donde fue ingresado Enrique Peña, presente en la misma casa donde habitó durante gran parte de su sexenio de gobierno.
Los gobernadores priístas no se reunían en cónclave con el candidato del tricolor desde su toma de protesta como abanderado presidencial el pasado mes de febrero, cuando convivieron con Peña Nieto en su casa ubicada en una zona residencial exclusiva del Distrito Federal.
Luego de una comida de tres tiempos ofrecida por el gobernador en turno, Eruviel Ávila Villegas, los mandatarios de extracción priísta advirtieron que enfrentarán en los días por venir la etapa más difícil de la campaña presidencial, ante los ataques que propinen panistas y perredistas en su intento por desplazar al puntero de las encuestas presidenciales.
El propio Peña Nieto hizo un llamado para evitar excesos de confianza, derivado de los distintos números que presentan las encuestas de las últimas semanas, donde lo ubican hasta con 16 puntos de ventaja respecto del segundo lugar. Pero hay otros escenarios de mayor competencia electoral, como el caso del periódico Reforma, que lo ubica con una mínima distancia de cuatro puntos en relación a Andrés Manuel López Obrador.
También pidió a sus correligionarios no caer en las provocaciones de la oposición, evitar actos de violencia, y defender el triunfo electoral en las urnas, con base en su estructura partidista y la movilización del voto más organizada del país.
Los gobernadores refrendaron su confianza en que el próximo 1 de julio el resultado será favorable para el PRI, y su candidato Enrique Peña Nieto, quien pese a los ataques de virulencia verbal y la guerra de las encuestas, está aún a la cabeza de las preferencias electorales.