Redacción
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y las cámaras de comercios y prestadores de servicios en el Estado de México pactaron una tregua de 30 días, tiempo en el cual no habrá sanciones ni mega operativos de la dependencia. En este periodo, personal de la Profeco capacitará a hoteleros, restauranteros y demás empresarios aglutinados en la Canaco para que conozcan la normatividad vigente y eviten así caer en abusos contra los consumidores.
“Después de este plazo, no habrá pretextos y se aplicará la ley”, sentenció Alfredo Castillo Cervantes, Procurador Federal del Consumidor, “lo mejor será que nos ajustemos a la ley nos alineemos para tener a un consumidor más satisfecho”.
Alfredo Castillo Cervantes se reunió el viernes pasado con casi un centenar de empresarios del estado de México, quienes le demandaron prácticamente cesar la persecución en contra de sus establecimientos. Se quejaron de los megaoperativos de la Profeco y de la colocación de esos sellos en los accesos a los comercios, que no hacen otra cosa más que ahuyentar a la clientela, dijeron molestos.
El encuentro se había generado a raíz de la molestia que causó entre los empresarios el actuar de la Profeco contra sus establecimientos. “Nosotros somos los que generamos dinamismo en la economía, somos los que pagamos impuestos y ayudamos a generar empleo” se escudaban los agremiados a la Canaco.
El procurador señaló que durante años, la Profeco no hizo cumplir la ley y los establecimientos fueron adoptando medidas tendientes a abusar de los consumidores. Eran faltas pequeñas, no graves, que después se generalizaron, y están fuera de la ley. Primero fue establecer un pago por un cubierto en un restaurante, que la propina fuera obligatoria y luego llegaron hasta poner un porcentaje obligatorio de la cuenta como propina.
Luego prácticas comerciales insanas. No hay claridad en los precios por los servicios que ofrecen o recurren a publicidad engañosa, entre otras cosas.
“La ley ya estaba cuando llegamos. No la hicimos nosotros, pero sí la debemos hacer cumplir”, dijo Castillo, quien recalcó que durante años permeó la permisividad. “Cuando asumimos el cargo teníamos dos vías: o aplicar la ley o hacer o hacernos de la vista gorda y optamos por la primera opción”.
El procurador se dijo sorprendido por el ruido que ha generado el hecho de que la Profeco cumpla su cometido. “No escucho esas quejas de los empresarios cuando actúa la Cofepris o el SAT y es lo mismo. Nosotros no somos una procuraduría de los empresarios, sino del consumidor”, aclaró.
Al final, los que llegaron a quejarse y en plan de victimas salieron regañados y con la cola entre las patas.