Redacción
No fueron los 60 mil que advirtieron la víspera pero fueron suficientes para desquiciar toda la capital mexiquense y sus alrededores. Incluso algunas carreteras que utilizaron para su traslado a Toluca se vieron afectadas por los cientos de contingentes que transportaron a agremiados desde distintos puntos del estado.
El movimiento antorchista cumplió su amenaza y fue a recriminar a las puertas de Palacio de Gobierno, el presunto incumplimiento de Eruviel Ávila a los acuerdos asumidos con la dirigencia de esta organización.
De acuerdo con la policía, a la capital mexiquense llegaron poco más de 20 mil antorchistas, en su gran mayoría de los municipios del oriente del estado. La Policía Federal contabilizó 554 camiones, 114 camionetas y 20 microbuses, que en su mayoría fueron estacionados sobre carriles laterales y centrales de Paseo Tollocan, lo que cerró prácticamente el acceso a la ciudad y generó una carga vehicular en la avenida que llegó casi hasta Ocoyoacac.
Los choferes también ocuparon avenidas como Urawa, 5 de Mayo, e Hidalgo para estacionar las unidades, mientras las miles de personas acarreadas caminaban hacia el centro de Toluca.
Más de una docena de vialidades fueron obstruidas por los manifestantes, que al llegar al centro decidieron dispersarse por varias de las plazas y jardines del primer cuadro de la ciudad.
Así durante casi cuatro horas, miles y miles de antorchistas deambularon por las calles céntricas de Toluca porque en punto de las 16:30 horas llegaron sus dirigentes, a bordo de camionetas de lujo, para encabezar el mitin en el cual exigirían al gobernador Eruviel Ávila el cumplimiento de los compromisos asumidos por la organización.
Muchas oficinas del centro decidieron adelantar la salida de su personal para no sufrir el infierno de lidiar con la movilización. Hasta los diputados locales, acostumbrados a sesionar por la tarde, anticiparon la instalación del primer periodo de sesiones del segundo año de la legislatura para la mañana.
Curiosamente las vallas metálicas que resguardaban la Plaza de los Mártires, de manifestantes en días pasados, hoy desaparecieron y esto permitió al movimiento antorchista colocar su escenario para el mitin y dos pantallas gigantes para que nadie se perdiera la intervención de sus dirigentes.
Así, tras el mitin, casi a las seis de la tarde, los antorchistas abordaron sus autobuses y emprendieron su camino de retorno, y el caos, ahora, se vivió en las carreteras.