Redacción
Los esfuerzos emprendidos por el gobierno del Estado de México para combatir la violencia e inhibir actos delictivos parecen insuficientes. En las últimas 24 horas, en la entidad se registraron seis homicidios vinculados con el crimen organizado, en una serie de ejecuciones que ya contabilizan 45 asesinatos en los primeros días de este 2014.
En Chimalhuacán, se registró la jornada más violenta con cuatro homicidios en dos distintos acontecimientos, reportados durante la madrugada del lunes.
En un primer caso, tres sujetos fueron acribillados, mientras consumían bebidas embriagantes afuera de una tienda, en el cruce de las calles 3 y 22 en el Fraccionamiento San Lorenzo, atacados desde una camioneta en movimiento. Uno de los sujetos fue llevado al Hospital General de Chimalhuacán, donde más tarde murió.
En el lugar, las autoridades hallaron 9 casquillos calibre 9 milímetros y 8 calibre 2.23 de un arma R-15.
En un segundo momento, fue hallado el cadáver de un joven de aproximadamente 20 años de edad, ubicado a la altura del kilómetro 59+500 de la Carretera Federal Los Reyes-Texcoco. El hombre se encontraba bocabajo, vestía sudadera café, pantalón de mezclilla negro y tenis blancos.
En las cercanías hallaron 5 casquillos percutidos calibre 9 milímetros.
Dos agentes federales abatidos en Naucalpan
En tanto, agentes federales que presuntamente realizaban una investigación por la operación de integrantes de la delincuencia organizada en el poniente del valle de México, fueron abatidos a tiros en Tlatilco, una de las colonias más populosas de Naucalpan.
Los hechos se registraron cerca de las tres de la tarde cuando los policías que actuaban encubiertos se encontraban en la esquina de Chabacanos y Oeste, indagando sobre el paradero de personas dedicadas a la extorsión.
Justo cuando los policías se encontraban frente al número 9 de Chabacanos, un grupo de desconocidos bajo de un automóvil y les dispararon a quemarropa. Se estima que los agentes federales recibieron al menos 30 balazos.
Los agentes fueron identificados como Gerson Arroyo Contreras y José Manuel Torres Téllez, quienes fallecieron instantáneamente.
Existen versiones de que una policía más se salvó de la agresión que sufrieron sus compañeros por haber quedado retrasada platicando con personas de la colonia.
Los disparos de arma de fuego alteraron la vida de los habitantes de esta zona y hubo pánico de que la balacera se extendiera por la región.
El ministerio público federal fue el encargado del levantamiento de los cadáveres y de trasladarlos al anfiteatro para practicarles los exámenes de rigor.