Redacción
La ola de violencia que vive la zona centro del país con más de 120 ejecutados en lo que va del año, obligó a las autoridades federales y estatales a acelerar los mecanismos de defensa y de combate al crimen organizado, que tenía programado el gobierno de Enrique Peña Nieto. Ayer durante más de cuatro horas, el secretario del gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, el jefe de gobierno del Distrito Federal y seis gobernadores de las entidades vecinas se reunieron en Toluca, para acordar acciones específicas que ayuden a reducir los niveles de violencia en cada uno de los estados de la región.
De entada se convino reforzar la vigilancia en todas las carreteras con personal de las Policía Federal para evitar el traslado o salto de delincuentes de una entidad a otra.
Se acordó blindar al Distrito Federal que gobierna Miguel Ángel Mancera, manteniendo patrullajes del Ejército Mexicano en los municipios mexiquenses que lo rodean como Naucalpan, Huixquilucan, Tlalnepantla y Ecatepec, por citar los más importantes,
El estado de México, donde han ocurrido más de 85 asesinatos violentos –calificados por el gobernador Eruviel Ávila como “hechos eventuales– producto de la disputa que sostienen los grupos denominados La Familia Michoacana y Los Guerreros Unidos, se acordó mantener la presencia de la Marina Armada de México en la zona del Valle de Toluca y sur del estado, y por instrucciones del presidente Enrique Peña Nieto, se enviarán a más ce 500 agentes federales a patrullar las carreteras federales.
Se anticipó que también se habilitarán, en los próximos meses, dos nuevos regimientos militares para contener el paso de las organizaciones criminales provenientes de Michoacán y Guerrero. Por un lado se proyecta instalar uno en la zona de Caja de Agua, en Luvianos, y donde han ocurrido más de una decena de enfrentamientos entre La Familia Michoacana, contra los Guerreros Unidos y Los Caballeros Templarios. Otro operará entre Atlacomulco y El Oro, muy cerca de los límites de Michoacán para evitar el desplazamiento de estos grupos a esta zona del estado y hacia Hidalgo, donde a principios de año se han agudizado los problemas de ejecuciones.
Precisamente para Hidalgo, donde el viernes y el sábado fueron ultimadas seis personas en la región de Tula, se acordó reforzar la vigilancia con fuerzas federales, mientras que el Ejército reforzará patrullajes en los municipios de Morelos.
Durante la reunión, el secretario de Gobernación Osorio Chong, y el titular del Cisen, Eugenio Imaz, mostraron diagnósticos detallados de la situación que vive cada estado y se dijo a los gobernadores que a cada entidad se le apoyará de manera distinta y como amerite su circunstancia.
Al emitir su mensaje a los medios, Osorio Chong fue claro al afirmar que nadie debe esperar una baja sensible de la violencia de la noche a la mañana, ya que se trata de un problema serio y delicado, y que se resolverá a mediano plazo.
Se acordó que los gobernadores de esta zona centro se reúnan cada 15 días para ir evaluando las acciones y cada mes sostendrán un encuentro con el secretario de gobernación de forma conjunta para evaluar resultados de la estrategia.
Al encuentro asistieron el secretario de la Marina, Vidal Soberón; el de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, el subsecretario de gobernación, Luis Miranda, el subsecretario de planeación y seguridad institucional, Manuel Mondragón y los gobernadores del Estado de México, Eruviel Ávila; de Tlaxcala, Mariano González Zarur; de Puebla, Rafael Moreno Valle; de Hidalgo, Francisco Olvera; y los perredistas de Guerrero, Ángel Aguirre; de Morelos, Graco Ramírez y del Distrito Federal, Miguel Mancera.