Redacción
Ninguno de los objetivos planteados por la mayoría de corrientes perredistas al inicio de la contienda por la dirigencia estatal del PRD se cumplió. No hubo renovación ni reconciliación, como se pretendía. La división y el encono persiste, como también se mantienen la viejas prácticas como el clientelismo y el reparto el cuotas.
Anoche, la alianza confirmada por Alternativa Democrática Nacional (ADN) que encabeza el senador Héctor Bautista y Nueva Izquierda, mejor conocido como “Los Chuchos” que en la entidad comanda Javier Salinas, confirmaron ser la fuerza mayoritaria en el perredismo mexiquense, y se quedaron con la presidencia y la secretaria general del partido, que tienen en sus manos desde hace tres años.
El control político y económico del partido lo mantendrán durante tres años más, y de paso desplazaron y redujeron a su máxima expresión al otrora poderoso Grupo de Acción Política (GAP) de Higinio Martínez Miranda.
Con Juan Hugo de la Rosa como presidente, la corriente ADN cumple una década en la cima del perredismo estatal, como ocurrió en los noventas, con el GAP de Higinio Martínez, quien con el resultado de anoche ahora queda muy disminuido y desplazado de los grandes cargos de la burocracia partidista.
El GAP, quien construyó un bloque con otros grupos resentidos con Los Bautista y los Chuchos, principalmente, como Democracia Social del ex priista Domitilo Posadas y los seguidores de Guadalupe Acosta Naranjo, encarnados en Jorge de la Vega, fue incapaz, siquiera, de impedir que AND y NI se quedaran con la secretaría general del partido, ya que pese a lo que muchos pensaban, el triunfo fue por más de dos a uno. 209 votos a favor de ADN y NI, por 97 que obtuvo el GAP.
Así las cosas, ADN de Los Bautista seguirán teniendo el control político del PRD en el estado de México, con Juan Hugo de la Rosa como presidente y tres representantes más en las carteras de la dirigencia estatal.
Los Chuchos o Nueva Izquierda comandados por Javier Salinas mantendrán, el control económico del partido, además de otras tres posiciones. Serán ambos grupos quienes palomeen las listas de candidatos del próximo año.
Pero el poder lo tendrán que repartir ahora con nuevos aliados como Izquierda Democrática Nacional (IDN), –que a nivel nacional respaldan a Andrés Manuel López Obrador– y a Unión Democrática Nacional (Udena) el grupo expulsado del PT a quien el PRD le dio cobijo, a quien les abrirán espacios en la burocracia partidista pero sobre todo en la lista de candidatos a presidentes municipales, regidores y diputados.
De esta forma, el PRD mexiquense enfrentará el futuro próximo, como lo ha venido haciendo en los últimos años: confrontado y alejado de la sociedad, lo que le ha valido las dos derrotas más estrepitosas en sus 22 años de historia. Lo único bueno, es que su nuevo dirigente, Juan Hugo de la Rosa, lo tiene presente.