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OFF THE RECORD 05-09-2022

Toluca, Edomex; 4 de septiembre de 2022.- Higinio Martínez lo volvió a hacer. Muy a pesar de los fracasos más recientes, el texcocano se impuso en las tres posiciones de mayor relevancia en la directriz de Morena en el Estado de México, y que serán absolutamente responsables de la operación electoral de 2023.

El senador morenista tejió en días previos para favorecer a su grupo político la elección de Martha Guerrero -como presidenta estatal-; Nazario Gutiérrez -como secretario general-; y Nancy Nápoles -presidenta del consejo estatal-; con la visión de tomar el control político del partido guinda, frente a la candidatura de Delfina Gómez por la gubernatura mexiquense el año entrante.

Higinio asumió que con los consejeros afines le sería insuficiente; sin embargo, afianzó una alianza interna con dos piezas que resultaron fundamentales: el alcalde de Zumpango, Miguel Ángel Gamboa Monroy; y la presidenta municipal de Chimalhuacán, Xóchitl Flores, quienes le aportaron los votos necesarios para construir una dirigencia morenista con alta incidencia del tlatoani.

En su encuentro sabatino con Mario Delgado, el único arreglo fue que se dejará a los consejeros con profunda libertad de decisión; sin que existiera una fórmula de militantes avalada por la dirigencia nacional. El presidente de Morena y el exalcalde de Texcoco refrendaron su voluntad para respetar los resultados, y esa fue la ecuación final.

Tras la encuesta que definió la candidatura de Delfina Gómez por la gubernatura del Estado de México, se demostró la ascendencia política de otros liderazgos internos -inmersos en su posicionamiento territorial-; y que se confirmaron con la determinación de cargos partidistas dispuestos en el consejo morenista.

Ahí destacan Fernando Vilchis y Mariela Gutiérrez -alcaldes de Ecatepec y de Tecámac-; además de Horacio Duarte -director general de Aduanas- y el expresidente municipal de Nezahualcóyotl, Juan Hugo de la Rosa. No hay que perderles de vista hacia el futuro, y como parte de la renovación generacional que pregona López Obrador en las mañaneras.

Por su parte, Daniel Serrano -autonombrado como dirigente emergente- se quedó con las manos vacías, muy a pesar de que en las semanas previas anticipó la derrota de Higinio Martínez. El líder de los Puros quedó desplazado de quienes ocupan las posiciones del poder público, y ejercen el control en el partido.

La conclusión: el morenismo tiene grupos divididos y enfrentados que, al menos por ahora, lograron ponerse de acuerdo en su dirigencia; y evitar las trifulcas y escándalos acostumbrados por algunos desde que militaban en el PRD.

Higinio demostró tener la estructura territorial más robusta en el estado, lo que le permitió tener una mayoría de consejeros; y con ellos, ganar las posiciones del control político. El empuje morenista, ha determinado grupos políticos que también cuentan con recursos financieros y humanos para hacerle frente.

En adelante, Delfina Gómez deberá delinear hacia el futuro su equipo de campaña, que permita construir equilibrios al interior de Morena; pero sobre todo, trabajar con integrantes de su entera confianza en posiciones como la coordinación de la campaña; la promoción y movilización de votantes; la comunicación política; el financiamiento de su campaña; entre otras tareas.

Por otro lado, Mario Delgado -dirigente nacional de Morena- está obligado a consolidar la operación cicatriz entre los grupos internos del partido, y garantizar la unidad de todos los liderazgos morenistas que deberán sumarse a la campaña electoral del año entrante, una prioridad para la agenda de Palacio Nacional.

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