Toluca, Edomex; 14 de junio de 2022.- Este martes, siete exdirigentes del priísmo nacional se reunirán con su actual líder, Alejandro Moreno. Todos ellos tienen algo en común: pertenecen a la nomenklatura del tricolor; y tienen una ascendencia con el PRI que dominó la escena política entre el 2006 y el 2018, los que significaron la recuperación del poder público el sexenio pasado.
En medio de la mayor crisis electoral del priísmo, y en la víspera de los comicios por la gubernatura del Estado de México; los expresidentes del PRI han emplazado a Alito para realizar una evaluación inmediata. Y no parece casual la presencia de dos mexiquenses: César Camacho -exgobernador del estado, y quien tiene vínculos con algunos aspirantes a la sucesión-; y Carolina Monroy, quien por sí misma, pretende el despacho de la gubernatura estatal.
El salinismo y el peñismo parecen haber hecho sinergia: Manlio Fabio Beltrones, Claudia Ruiz Massieu, Beatriz Paredes, Pedro Joaquín Coldwell y Humberto Roque; además para completar el cuadro, Miguel Ángel Osorio Chong.
El tamaño de la elección mexiquense contempla a trece de cada cien votantes del país; y por tanto, el último reducto priísta no puede estar sujeto al capricho de un solo dirigente, ni a la ambición de algún aspirante, ni a una embajada.
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La designación de la candidatura a la gubernatura del Estado de México que habrá de procesar Morena en los próximos meses, podría ser el mejor ejemplo, y un buen experimento, hacia el ungimiento que se deberá realizar en 2024 en la sucesión presidencial.
En principio, hay una decena de aspirantes que sueñan con ser tomados en cuenta; pero en realidad, a la etapa final podrían enlistarse a una triada. De todos los contendientes -a pesar de sus afectos en Palacio Nacional, y su ascendencia política acreditada-, la más robusta en ambos casos, se decantaría por una mujer.
Sin embargo, lo que resulta sustancial es que, los aspirantes que resulten desplazados tengan un área de responsabilidad en la estrategia electoral del 23 y del 24, lo que permita afianzar la candidata a gobernadora y presidencial. En unidad, y sin fracturas.
Morena podría tener resuelta la candidatura mexiquense hacia finales de este año; y si el resultado es de triunfo en las elecciones del Estado de México, en aproximadamente 15 meses, se habrá elegido candidata a la sucesión de AMLO.
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Si el exgobernador Arturo Montiel busca nexos que le permitan proximidad con el actual mandatario, Alfredo Del Mazo, ha resultado una mala decisión acercarse por vía de Juan Pedro García -hoy refugiado en otra aspiración electoral-; y quien ha sido excluido del círculo cercano al delmacismo. El fin de semana pasado, Montiel fue visto, en Metepec, acompañado de García, en un concierto de Matute. Dicen los que saben, que el Dalessio que encabeza esta agrupación, pidió doble chapa a su camerino, porque más vale ser prevenido que arriesgado.
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