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Edomex, comienza la cuenta regresiva hacia la elección por la gubernatura en 2023

Redacción

Toluca, Edomex; 6 de junio de 2022.- A un año de los comicios por la gubernatura del Estado de México, la contienda electoral del 2023 se anticipa como una competencia cerrada y profundamente polarizada, cuando Morena pretenda generar la primera alternancia partidista de los últimos noventa años, tiempo en el que el priísmo se ha mantenido al frente del Poder Ejecutivo de la entidad mexiquense.

Por su parte, el Partido Revolucionario Institucional -en la cuna del Grupo Atlacomulco- buscará reivindicar su principal bastión electoral, ante un desafío mayúsculo que consistirá en retener los únicos dos estados que mantendrán para ese momento los únicos gobernadores priístas; pero con una coyuntura singular, la necesidad de consolidar una alianza con panistas y perredistas.

De forma anticipada, al menos una decena de aspirantes en la sucesión de Alfredo Del Mazo, han construido en los últimos meses una promoción personalizada que les permita encabezar la candidatura de sus partidos, y de sus alianzas electorales; ya sea para arrebatar el poder al priísmo mexiquense, o bien, para conservar el último resquicio de poder en el territorio nacional.

La acera del Grupo Atlacomulco

Alfredo Del Mazo Maza, el tercero de la dinastía en ocupar la gubernatura mexiquense, tiene la encomienda de mantener el poder político, y de forma inédita para las costumbres tricolores, ha permitido la libre competencia de quienes aspiran a sucederlo bajo la bandera del Revolucionario Institucional.

Alejandra del Moral ha forjado un capital político de forma vertiginosa en los últimos cinco años, primero como dirigente estatal del PRI y ahora como secretaria de Desarrollo Social, desde cuya posición pretende construir su candidatura por condición de género.

En ese corto plazo, Del Moral ha sido dos veces integrante del gabinete delmacista -Desarrollo Económico y actualmente, Desarrollo Social-. Compitió fallidamente por una senaduría en la catastrófica elección de 2018; y por corto tiempo, se convirtió en diputada local.

Elías Rescala, identificado como el aspirante de formación delmacista, construyó su propio liderazgo político desde la subsecretaría general de gobierno; y actualmente como coordinador de la fracción del PRI en el Congreso local. En fecha reciente, descartó aspiraciones futuras; sin embargo, mantiene una ascendencia sobre alcaldes y diputados locales, que le permite mantener vigentes sus aspiraciones, en la recta final de la competencia interna.

Ernesto Nemer, el funcionario de más experiencia entre los aspirantes a la gubernatura. Ha logrado tener encargo con los últimos once gobernadores. En el sexenio actual, ha sido dirigente del priísmo local; diputado federal y secretario general de gobierno. Su principal apuesta se concentra a un derecho de antigüedad, y a la relación saludable que tiene con prácticamente todos los exgobernadores con vida.

Ricardo Aguilar, es la carta más robusta de la dirigencia nacional del PRI, cuyo presidente, Alejandro Moreno, enfrenta una profusa crisis de confianza. Su mayor virtud está determinada por la lealtad partidista; en el actual sexenio, ha sido dos ocasiones diputado federal. Por segunda ocasión, ocupa la Secretaría de Organización del PRI nacional, con resultado desastrosos en 2021 y 2022.

Ana Lilia Herrera, una priísta de cepa, que ahora encabeza la organización feminista 50+1, auspiciada por el panismo mexiquense. Busca concitar a los sectores del PRI desplazados en el sexenio delmacista. La exsenadora y exalcaldesa de Metepec, que hace seis años disputó la candidatura a la gubernatura a Alfredo del Mazo Maza no ha perdido una sola elección constitucional y en los corrillos políticos se asegura que   se convertirá en el plan B del PAN, si se trata de negociar una candidatura femenina en la alianza prianista del año entrante, o bien que pudiera abanderar a Movimiento Ciudadano en los comicios.

Detrás de este puñado de aspirantes, hay otros que han levantado la mano, quienes podrían construir una alternativa de unidad, si los aspirantes más activos no consiguen la postulación de su partido.

Ahí, se enumeran a Carolina Monroy del Mazo, prima del gobernador en funciones y exalcaldesa de Metepec; Alfonso Navarrete Prida, exsecretario de Gobernación y exprocurador de justicia del Estado de México; además de Carlos Iriarte, exdirigente del PRI estatal y exdirector de la Policía Estatal.

El panismo, y una candidatura anticipada

Enrique Vargas, ha forjado un liderazgo en el PAN estatal. Tras la debacle del 2018, Vargas se asumió como el líder moral del panismo y se hizo del control del partido en un acuerdo con Anuar Azar y Victor Hugo Sondón. Con ese poder, Vargas ha  designado a candidatos a alcaldes; diputados federales y locales; además de las últimas dos dirigencias estatales. Su ascendencia política dentro de su partido, lo convierte en la única carta para buscar la candidatura y por su activismo y posicionamiento pretende hacerse de la postulación de la alianza PRI-PAN-PRD.

Morena, la apuesta de la alternancia

El partido fundado por Andrés Manuel López Obrador tuvo su primera elección por la gubernatura en 2017, en cuya contienda poco más de 200 mil  votos hicieron la diferencia a favor del priísta, Alfredo Del Mazo. Para el año entrante, la gran diferencia se construye desde el ejercicio del poder presidencial, lo que ha permitido a Morena arrasar abrumadoramente en más de 20 estados, donde ha ganado la gubernatura dentro de los últimos cinco años; y el Estado de México representa la joya de la corona electoral.

Higinio Martínez, actual senador de la república. Ha remachado en los últimos meses su trayectoria como un político de izquierda desde hace casi 40 años; ya fue candidato a gobernador en 1999. Su toma de decisiones le permite sostener un liderazgo sobre alcaldes y diputados. Asume que la candidatura a gobernador debe recaer en su liderazgo, y se atribuye la formación política de los otros dos aspirantes con mayores posibilidades de encabezar la elección de 2023.

Delfina Gómez, es la funcionaria más cercana al presidente Andrés Manuel López Obrador. Venció al PRI en las elecciones de 2017, pero fue rebasada por los aliados electorales que impulsaron a Del Mazo. Tiene una posición de privilegio como titular de la Secretaría de Educación Pública. Su origen humilde y su figura de austeridad, parecen embonar con el discurso del régimen de la Cuarta Transformación. Ha logrado un vínculo innegable con Claudia Sheinbaum.

Horacio Duarte, es uno de los artífices de la estrategia electoral de López Obrador desde 2006. Sus vínculos con el tabasqueño se remontan al proceso de desafuero de 2004. En el actual sexenio, ha transitado como diputado federal; subsecretario de empleo; director general de aduanas; y fue el autor de la reforma electoral impulsada por AMLO. Ha construido un liderazgo entre alcaldes del sur del estado, como parte de su capital político para la contienda venidera.

El resto, la diferencia en juego

Ante una contienda cerrada, los otros actores políticos podrían hacer la diferencia, ahí, el Partido Verde y Movimiento Ciudadano marcan su estrategia para posicionar sus preferencias electorales, y eventualmente sumarse a alguna de las coaliciones electorales.

José Alberto Couttolenc, actual dirigente del Partido Verde, apostó por competir en solitario en las dos últimas elecciones locales. En paralelo, ha construido una campaña de posicionamiento, que le permite aparecer entre las preferencias electorales marginales. La política nacional del Verde ha sido coaligarse con Morena; sin embargo, en la entidad existen expriístas y expanistas que podrían tomar una decisión diferente para los comicios de 2023.

Juan Zepeda, ya fue candidato a gobernador por el PRD en 2017. Con esa experiencia electoral, hoy dirigente de Movimiento Ciudadano, tiene la encomienda de construir un partido competitivo; y de ser necesario, reclutar alguna candidatura externa, entre quienes no logren ser postulados por sus partidos de origen. Sus posibilidades de triunfo son nulas, pero sí podrían decantar el resultado, según la estrategia de promoción del voto que realicen.