Toluca, Edomex; 26 de agosto de 2021.- ¿Quién gana y quién pierde con el ungimiento de Miguel Sámano al frente de los diputados mexiquenses en San Lázaro? Todos ganan, cuando el priísmo detenta y ejerce el poder, casi todos sus grupos internos ganan. La designación de Sámano como líder de los diputados priístas mexiquenses favorece el equilibrio en su vida interna.
La primera reacción entre la clase política apunta a que, la designación de Sámano es un guiño del gobernador Del Mazo hacia el exmandatario Arturo Montiel, como parte de la cohesión política necesaria hacia la elección de 2023.
Un segundo punto de análisis implica que, la definición de Sámano transita invariablemente por su interlocución con Ernesto Nemer. Es decir, el secretario general de gobierno tiene mayor confianza y trabajo político con Miguel, que la comunicación prestablecida con Gustavo Cárdenas. Su visto bueno, influyó.
Durante los últimos tres años, se dijo con insistencia que, la interlocución de Sámano no era directa con el titular del Poder Ejecutivo. Su trato directo era con el subsecretario general de gobierno, Elías Rescala. Su posición en San Lázaro no modificará demasiado, su canal de comunicación será Ernesto Nemer.
A esa ecuación se suma Juan Millán, designado en la víspera, enlace legislativo del Congreso local con la LXV Legislatura Federal.
En el escenario sucesorio, el exsecretario particular de Montiel, se advierte como una pieza favorable en el rompecabezas que pretende alinear Ana Lilia Herrera. La carrera política de la segunda, no se entendería sin el impulso del primero. En esa ruta de ascenso, Miguel impulsaría en San Lázaro los anhelos de Herrera.
Miguel será en dique en el intento del dirigente nacional priísta, Alejandro Moreno por incidir en la toma de decisiones de los diputados mexiquenses. Su experiencia política debería jugar a favor del gobernador Del Mazo; y eso implica obstruir las aspiraciones de otros mexiquenses como Ricardo Aguilar.
Más de un mexiquense entrará en la disyuntiva. En esa bancada priísta se tomarán definiciones para jugar con Moreno, o con Del Mazo; para obedecer a Sámano o a Aguilar. El juego de las lealtades políticas estará a prueba en San Lázaro. Quien camine en falso, tendrá consecuencias personales en el futuro.
Por ahora, Gustavo Cárdenas pasará a la historia como el coordinador más efímero de los priístas mexiquenses en San Lázaro. Fue electo, aprovechó el reflector, recorrió algunos distritos electorales; cobijó a algunos de sus pares, pero ni siquiera pudo ejercer el encargo. Fue desplazado antes de entrar en funciones. En la recta final, Sámano cerró el paso, y se impuso en la decisión.
Tras la elección del 6 de junio, todas las decisiones buscarán una lectura hacia los comicios de 2023. Sin embargo, la mayor efervescencia política y el mayor impacto mediático ocurrirá en la Legislatura estatal; no es casualidad que los delfines del grupo político en el poder vayan a trabajar como diputados locales.
En el priísmo, la caballada ha comenzado a desbocarse hacia la próxima elección.
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