Toluca, Edomex. 11 de diciembre de 2018.- En un plazo de veinte días, los 125 ayuntamientos del Estado de México renovarán sus gobiernos locales. Incluidos los que lograron la reelección, tendrán nuevos síndicos y regidores. En la mayoría de los casos, ya se sostienen encuentros de los equipos de transición entrante y saliente. Hay por parte del Órgano Superior de Fiscalización ejercicios de simulación de la entrega recepción que se realizará el primero de enero. La alternancia será histórica para algunos municipios como Atlacomulco.
La invasión morenista es irreversible e inevitable. Decenas de candidatos ganaron por el efecto AMLO, y han desbancado a las élites caciquiles de docenas de ayuntamientos. El priísmo apenas rescató una veintena de municipios. El PAN y el PRD se conformaron con sus bastiones: Huixquilucan y Neza. Si alguien se beneficia de la mayoría morenista a nivel municipal, esa es Delfina Gómez, coordinadora estatal del gobierno federal. Amplía su margen de maniobra y su control político. El delmacismo deberá repensar su modelo de gobernar.
Lo cierto es que, desde el inicio del mandato delmacista, los gabinetes regionales que fueron creados desde la década de los noventa con Pichardo y Chuaffet, y que significaron una estructura electoral con Montiel y Peña, han sido desplazados y reducidos en su operación política. Del Mazo ha delegado la fortaleza de su gobernanza en comités de desarrollo social, que al menos en la pasada elección, pusieron de manifiesto un fracaso descomunal. Ahí deberá establecer el rediseño institucional.
En un par de semanas, alrededor de 300 priístas, entre alcaldes, regidores, síndicos y directores -sólo por contar municipios urbanos-, entrarán en a la RENATA (Reserva Nacional de Talentos), o lo que es lo mismo, a la bolsa del desempleo. El delmacismo deberá analizar las alternativas de ajustes en su gabinete. Ahí están en la fila de espera, las decenas que abandonaron el gobierno federal hace diez días. Y ahí vienen muchos más. Lo que se puede anticipar es la andanada de críticas a cualquier enroque o modificación.
En el gabinete estatal prolifera la incertidumbre. Algunos especulan que sólo es cuestión de tiempo para ver caer a secretarios que han nadado de muertito en los primeros quince meses de gobierno. Poco se sabe de las tareas sustantivas que han emprendido personajes como Enrique Jacob, Jorge Rescala, Marcela González Salas, Rafael Díaz Leal, Luis Gilberto Limón y hasta Alberto Curi. O de plano han sido omisos o muy malos para comunicar. Y en esa circunstancia, quizá sólo alcancen a cobrar su aguinaldo y a cargar los peregrinos.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx