Los diputados federales y locales que pretendan ser alcaldes aún tienen una semana de vida antes de solicitar licencia a sus cargos de elección. Los alcaldes que buscan convertirse en diputados locales podrán también cobrar una quincena adicional en la medida en que el PRI ha retrasado la convocatoria para la selección de sus candidatos para los comicios locales. La desbandada será de grandes dimensiones si se considera que muchas de las candidaturas serán simples enroques de legisladores que se convertirán en presidentes municipales y viceversa. Además de algunos diputados federales que buscarán ser locales. Esa circunstancia predominará.
Los enterados aseguran que a estas alturas del partido -y en el partido- ya de poco sirve moverse o no hacerlo para salir en la foto. La decisión vaticinan ya está tomada para quienes serán los candidatos a alcaldes y diputados locales. Por obvias razones, la determinación aún no se comunica a los que resultarán ungidos. Evitar que los desertores se vayan a la oposición es la primera consigna una vez que se emita la convocatoria, por el resto, todo indica que las candidaturas de unidad están más que amarradas en la Comisión Electoral de Procesos Internos.
Nadie sabe con certeza cuál es el beneficio real de que el PRI realice alianzas electorales con el PVEM. No se conoce su padrón de militantes, cuál es su voto duro, en qué consiste su aporte al PRI en los comicios por venir. Mucho menos cómo es que define la selección de sus candidatos para diputados federales, síndicos y regidores. Con sobrada razón se tiene la duda sembrada de que cuente con una militancia real, y que sólo es usada como una franquicia para acomodar a priístas en lugares donde en el PRI ya no caben. Lo que es indudable es que el Partido Verde sigue siendo un negocio harto rentable por los espacios políticos que posibilita, y las altas prerrogativas financieras que recibe.
Ayer durante el Consejo Político del PRI se llevó a cabo la toma de protesta de candidatos a diputados federales. Sólo estuvieron presentes los 37 aspirantes priístas. En su respectivo Consejo Político harán lo propio los candidatos del PVEM. Aunque eso sí, en la víspera de que iniciara la sesión del órgano partidista se vio salir de las instalaciones del PRI al legislador local Miguel Sámano, quien será el candidato a diputado federal del PVEM, es decir de nueva cuenta jugará de visitante. Las formas políticas lo obligan a ser excluido de la cúpula priísta que aprueba alianzas, convocatorias y hace de sus consejos políticos el mejor «besamanos» posible.
En el PRI se sabe distinguir el timing político. Tan pronto como llegó Alfredo Torres Martínez -el poderoso secretario de Desarrollo Urbano- y muy cercano al gobernador Eruviel Ávila Villegas, la clase política del partido le rindió pleitesía. Sólo les faltó la alfombra roja para recibir a quien se sabe hizo políticamente a Eruviel cuando fungió como alcalde de Ecatepec. El encumbramiento del poder es indudable que le favorece a la clase política del Valle de México. Y es que mientras unos son obligados a salir por la puerta de atrás y de forma discreta, ayer Torres simplemente partió plaza porque las circunstancias políticas para él y su grupo son inmejorables.
En esa misma sintonía está Martha Hilda González Calderón, secretaria general del PRI. Al término del evento, Martha Hilda acaparó el reflector, y fue quien más saludos y fotografías repartió. La natural candidata a la alcaldía de Toluca ya está en campaña. A cada evento que asiste, aprovecha la oportunidad para placearse y ayer no fue la excepción. Martha Hilda sabe que tiene la candidatura en la bolsa, y que el reto más complicado será el desgaste del poder que le dejan en el PRI, así como la lucha incansable que dará el panismo por recuperar la capital mexiquense, que durante casi una década se convirtió en uno de sus bastiones electorales.
