Toluca, Edomex, 16 de octubre de 2025.- Desde 2023, durante tres años consecutivos, el Estado de México estuvo inmerso en elecciones. Desde la renovación por la gubernatura estatal hasta los comicios judiciales de este 2025, los partidos políticos en la entidad, debieron calcular el costo político de sus decisiones. Afortunadamente, para el 2026, no hay elecciones en puerta. Eso podría abrir el espacio necesario para que los gobiernos, los grupos parlamentarios y los partidos políticos, puedan trabajar sin distractores.
Es ahora o nunca, cuando se espera que el gobierno encabezado por Delfina Gómez pueda asumir costos electorales en la transformación del régimen político. Entre otras cosas, podría impulsarse la reforma a la Ley del Issemym y a la Ley de la UAEMex; que otorgue viabilidad financiera a la primera, y mayor fortaleza institucional a la segunda. En la Secretaría de Finanzas ya se ha diseñado un plan de rescate financiero al Issemym. Y desde el interior de la UAEMex, ya se construye una reforma legal, entre la comunidad universitaria.
En la recta final del año, la coyuntura política está marcada por el paquete presupuestal que ya alista el Gobierno del Estado de México. En la ruta del tercer año de la gobernadora Delfina Gómez, se advierte la necesidad de fortalecer proyectos de infraestructura en el territorio estatal. Ahí se engloban acciones de movilidad, la construcción de hospitales que se dejaron inconclusos con Eruviel Ávila y aportar presupuesto para el plan de la zona oriente. Se trata de que la austeridad gubernamental se vea reflejada en mayor obra pública.
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En las más recientes elecciones, Movimiento Ciudadano ha tenido claridad en mostrarse como la tercera vía política para los votantes. Le apuesta a que la defenestración política del PRI y el PAN, se combine con el desgaste en el poder de Morena, para atraer a los electores decepcionados de todos. Un puñado de liderazgos, apenas logran posicionarse en regiones muy específicas. Su crecimiento electoral entre 2021 y 2024, es prácticamente nulo. En el trabajo territorial, para construir candidaturas y armar estructuras, el partido naranja ya empieza tarde, cuando faltan 20 meses para las próximas elecciones.
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En Morena, lo que parece privar es la autocomplacencia. Asumen que los programas sociales y el ejercicio del poder -el aparato político en sus manos- les dará en automático más triunfos electorales. Poco o nada se habla de las acciones del morenismo en el Estado de México. No hay siquiera un posicionamiento para defender la acción de su gobernadora o de sus alcaldes. La dirigencia estatal apuesta al bajo perfil para mantenerse en su encargo, antes que salir en defensa de su partido y sus liderazgos.
