loader-image
Toluca, MX
12:24 am,
temperature icon
muy nuboso
Hora Estándar Central

OFF THE RECORD 26-09-2025

Toluca, Edomex; 26 de septiembre de 2025.- Los contrastes entre el Grupo Texcoco y el Grupo Atlacomulco son evidentes en el control territorial, no tanto así en la construcción de su base social. Por eso es tan importante el Plan Integral del Oriente. Hay una narrativa que se consolida en la carencia de infraestructura, recursos, servicios y oportunidades para esta región. Desde el ámbito pragmático, también debe reconocerse que aquí, están los electores más fieles a la causa morenista, y dice la premisa clientelar del movimiento que, amor con amor se paga. Y en Palacio Nacional, así lo han decidido.

 

El Grupo Atlacomulco siempre fue dominante de la región norte del estado. Mientras la alternancia electoral sucedía en el Estado de México, el norte mexiquense -cuna del grupo político priísta más influyente en su historia-, dominaba los municipios rurales desde Ixtlahuaca hasta Aculco, pasando por los emblemáticos Atlacomulco, Acambay y Jocotitlán. En una desigual pero conveniente repartición de los legisladores, por aspectos de territorio, ganar esos distritos era suficiente para alcanzar equilibrios en el Poder Legislativo. La estrategia electoral de incentivos clientelares, pegaba hondo en municipios de condiciones de alta marginación. Y así, el PRI conservó su poder político.

 

El Grupo Texcoco ganó para la izquierda mexiquense -primero como PRD y luego como Morena- sus primeras elecciones en el oriente del estado. Una vez que consolidó su dominancia electoral y con el predominio legislativo, redistribuyó la elección de diputados por habitantes y no por territorio. Hoy ganar un puñado de municipios del oriente -los más poblados- garantiza la mayoría simple por encima del resto de los resultados. La estrategia electoral no dista mucho, porque más allá del desarrollo de infraestructura en esta zona, las condiciones de vulnerabilidad otorgan un vínculo clientelar con sus electores. Y en los hechos, reivindica que Texcoco es la cuna política de la clase gobernante vigente.

 

La ascendencia política texcocana hoy es innegable e irrefrenable. Aquí proliferan los planes del sexenio actual, pero con el argumento narrativo y político de que aquí, prevalece mucho abandono y aquí habita el 60 por ciento de los mexiquenses. De aquí también, han surgido los liderazgos más visibles de quienes proponen, asignan y aprueban el presupuesto local. Allí, Delfina Gómez ayer cerró sus informes regionales, convencida de que, a lo largo del sexenio consolidará sus mayores proyectos de gobierno. Una premisa aprendida del priísmo atlacomulquense que, privilegió amplios presupuestos al Valle de Toluca, durante el sexenio presidencial peñista.

 

 

Una primera, y gran evaluación, se dará dentro de dos años, cuando el avance estructural pueda consolidarse a la mitad del sexenio delfinista, pero sobre todo, en la posible reivindicación de que se haya construido el principal semillero de votantes para Morena, no sólo en el Estado de México sino a nivel nacional. Garantizar la gobernabilidad para el resto del mandato de Delfina Gómez, y en gran medida, contribuir a una mayoría legislativa para la segunda mitad del gobierno de Claudia Sheinbaum.