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¡Ríe, llora, eres campeón, eres grande!

Por Juan Carlos Cartagena Abaurre

 

La ciudad ya duerme tranquila. Los últimos 20 días estuvieron cargados de emoción, tensión, alegría y satisfacción. Toluca duerme después de despertar del sueño, aunque el grito parece seguir retumbando. Ayer, mientras pasaba por fuera del Estadio me parecía que sus paredes hablaban: “Campeones”, “Te amo Toluca”, “Gooooooooool, gooool del Toluca”.

 

Cerré mis ojos y ahí te vi, en el estadio, en casa, frente a la tele, el radio o el campo. Hoy, sé que también dormiste con la tranquilidad de que se acabó la sequía; ya no duele la herida, ahora sonríe el alma como si fuera cómplice de una final soñada y un título que vuelve a donde no debió salir hace tiempo. A la casa del grande incómodo.

 

La frase

Me decía José Luis García Ajuria, hijo de Don Chuchito García (Creador de la frase: “Con Toluca, pierda o gane”) que “el agua siempre vuelve a su nivel” y hoy, lo creo más que nunca.

 

La pregunta que hoy tiene respuesta

¿Por qué esperaste tanto? Tal vez porque Dios le tenía algo preparado a esta afición. Ganarle una final al América y hacerlo con tal contundencia, deteniendo la soberbia de un odiado equipo que ya imaginaba un tetracampeonato.

 

Tuvo que pasar una pandemia, un pago por vergonzosa multa, varios jugadores que se fueron desgastando la prosapia de este equipo. ¿Por qué no te llevaste antes todas esas personas que solo te hacían daño que me hizo hasta maldecir?

Dime Toluca de mi amor, que estos 15 largos años de espera eran para que pudiéramos gozar de una final como la que ese 25 de mayo nos has regalado.

 

El minuto del diablo

Aún está en mi mente que durante la transmisión me atreví a pronosticar que el primer gol del juego caería en el minuto 66. Vino el tiro de esquina y remarqué “es el minuto del diablo”… entonces Luan se levantó en el aire, levitando, sostenido en el aire por una ayuda que preveía venir del cielo y dio tremendo martillazo con la fuerza de 30 mil personas que también estaban en el aire. No las vi, pero sí las sentí y en ese momento supe que esa bala blanca iba quemarle el cuerpo a quien se pusiera enfrente. Nada iba detener el gol más importante del Toluca en 15 malditos años.

 

La clave

Tú y todos ustedes que llenaron el estadio y todos los que, desde su casa, bar, restaurante o desde el cielo hicieron con su vibra, coraje, cantos y apoyo que el equipo siempre tuviera la llamada “suerte del campeón”. ¿A poco creen que ese tiro de Reyes en verdad iba al palo? No, fue el soplido de todos que lo alejó de un gol que hubiera cambiado la final.

Fueron todos ustedes los que con lágrimas de rabia pagaron 15 años de ausencias y con lágrimas de alegría gozaron de otro domingo inolvidable.

 

Ojo ahí

Hay dos cosas muy importantes que noto tras el título:

Toluca tiene todo para repetir título, una base sólida, un estadio que es un verdadero infierno para el rival y un estilo de juego difícil de vencer.

La otra, si quieres el bicampeonato, no debemos cegarnos por este título; el equipo debe mejorar su plantilla y hacer una evaluación sensata. Se deben tomar decisiones en temas como Helinho, Morales y la portería.

Es claro que en la toma de decisiones no siempre se acierta, pero si algo ha mostrado esta directiva es que sabe recomponer el camino.

 

Gracias 

Cuando decidí abrir este espacio, nadie, absolutamente nadie daba información de él que yo llamo “El grande incómodo”. Hoy veo con gusto cuántas páginas y creadores de contenido con personalidades y personajes diversos, buscan hacer del Toluca un espacio para entretener e informar.

Agradezco a Paco e Isra que confiaron en la hoy infaltable “Plana Mayor” y “Bote pronto”. Con ella nos ilusionamos y en varias ocasiones nos quedamos con las ganas de un título de campeonato. Hoy podemos decir que Toluca sonríe: ¡Eres campeón, eres Grande!

 

Conclusión

¿A poco no? Cuando pasas fuera del estadio, sus muros que aguardaron por cerca de 5 mil 500 días por ser el estadio del campeón, todavía gritan, sudan, lloran y sonríen, retumban con cada salto de la banda del rojo; cuando miras el 25 de mayo en el calendario, al guardar tu bandera o lo que más te recuerde a esta final, las lágrimas amenazan con salir.

 

Si alguien tenía duda que este equipo es grande, hoy habrá que ver cada partido con estadio lleno, habrá que preguntarle a América, Cruz Azul, Tigres o Monterrey no temen venir a este infierno. Sigue la asignatura pendiente de un título internacional y el Mundial de Clubes, pero por lo pronto “el grande incómodo” ha hecho que el agua vuelva a su nivel.

 

Gracias por leerme y jugar conmigo.