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Efrén Rojas. Ante la emergencia.

OFF THE RECORD

El Estado de México defiende sus cifras. En diciembre pasado, la entidad registró 214 homicidios dolosos, mientras que para abril de este año, sumaron 63 asesinatos, lo que significó una reducción del 70 por ciento de las ejecuciones relacionadas con el crimen organizado. En los últimos días, expertos en el tema lanzaron severas críticas, al aducir un “maquillaje” en la estadística estatal, pero ayer Efrén Rojas se murió en la raya con sus números, los cuales dijo, son ciertos y se deben tomar con prudencia.

Cauteloso, Rojas Dávila, dijo que la cifra de asesinatos deriva del número de averiguaciones previas asentadas en la PGJEM. Sin cantar victoria, Efrén salió al quite de la estadística, para adelantar que el gobierno eruvielista, seguirá en su intención por erradicar la violencia. La tendencia a la baja, aclaró, no la marca la entidad, sino el Sistema Nacional de Seguridad, instancia que registra mes a mes, los asesinatos registrados en el país.

Sobre su salida del gabinete de Ávila, el secretario general de gobierno ni la negó ni la confirmó, sino todo lo contrario. Queda muy claro que el fuego amigo es incesante, y le han comenzado el armado de una campaña a Efrén, para alistar su eventual salida. Su cargo, es el más codiciado entre los más leales colaboradores de Eruviel, y ahí hacen fila Raymundo Martínez, y hasta Aarón Urbina. Insisten tiene sus horas contadas.

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El encono generado entre las corrientes del PRD mexiquense, identificadas como Nueva Izquierda (NI) y Alternativa Democrática Nacional (ADN), tiene origen en las agudas diferencias que manifiestan las tribus por el llamado Pacto por México. NI defiende el documento, mientras que ADN lo rechaza de principio a fin. Los grupos están irreconciliables por conductas polarizadas, que han pegado con tubo a la estructura del partido en la entidad.

El grupo de ADN ha cobrado real importancia a nivel nacional. Mientras que NI ha crecido en el estado, y lo desafía. Entre sus liderazgos se advierten diferencias de fondo, y por tanto, no se ven condiciones para un arreglo cercano. El reto próximo para el PRD del Estado, es que se agudizará la fractura interna con la elección de comités municipales, donde no descartan nuevos enfrentamientos. El jaloneo por venir es de pronóstico reservado.

Su posición política es reducida, y desde las oficinas de Lerdo se ve un bloque disminuido, que ni entre ellos pueden ponerse de acuerdo. Lograr acuerdos es más fácil en opositores fragmentados. Divide y vencerás dice la máxima. Y de esa forma lo entiende el gobierno estatal, el PRI y su mayoría en la legislatura local. El PRD solito se echa la soga al cuello.