Elba Esther Gordillo se confiesa. Según versión publicada por La Jornada, cercanos a la exlideresa del SNTE, advierten que su encarcelamiento el 26 de febrero del año pasado va más allá de su rechazo a la reforma educativa. Para Gordillo Morales, la venganza política puesta en marcha y en su contra fue resultado de lo que identifica como “el factor Eruviel”, y en consecuencia el proceder de Enrique Peña “fue tomada por razones ajenas al tema educativo”.
La Jornada reseña que “la historia es simple: en marzo de 2011, Elba Esther apoyó a Eruviel Ávila para que obtuviera la candidatura del PRI al gobierno mexiquense. Ese respaldo influyó, o fue decisivo según algunos, para que el elegido de Peña Nieto, su primo Alfredo del Mazo, quedara fuera de la contienda. Largo ha sido el tiempo que ha tenido la maestra Gordillo para rumiar las historias de su larga y jugosa carrera política”. Simple y claro.
Gordillo comenzó su carrera magisterial y política en el Estado de México. En 2012, pretendió mediante la fallida alianza electoral que su hija Mónica Arriola compitiera por el Senado en tierras mexiquenses, y el rechazo priísta a esa posición fue en gran medida lo que desbarató el acuerdo de coalición entre el PRI y el PANAL. Su influencia siempre estuvo y sigue aquí. De esa forma Arriola entró como primera de la lista nacional al Senado de la República.
En su último cumpleaños festejado fuera de la cárcel, en febrero del año pasado, Elba Esther pudo reunirse con Miguel Ángel Osorio Chong, sus leales aliados políticos: el excandidato presidencial, Roberto Campa y el gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle. Además de la panista Gabriela Cuevas, y por supuesto el gobernador de la entidad, Eruviel Ávila. Los afectos estuvieron cercanos e inocultables a unos días de su encarcelamiento.
En la víspera, Gordillo lanza desde su celda una reflexión sobre el futuro político de Manlio Fabio Beltrones: “Él y yo tuvimos muchos pleitos, pero nos respetamos… Muchos de los pleitos fueron arreglados por aquello de Salinas. Pero los de este gobierno no lo van a aguantar, porque no quieren gente que sea mejor que ellos (…) Lo van a querer destruir cuando termine (la diputación). Ellos no saben perdonar”. La incógnita vuelve al ruedo: ¿Durará Eruviel los seis años para los que fue electo?
La clave para Ávila, aseguran sus cercanos, es pasar la barrera del tercer informe. En esa circunstancia, el ecatepense habrá amarrado completar el sexenio para el que fue electo. En primera, por la proximidad de los comicios locales de 2015, y porque difícilmente a alguien le interesará administrar la franquicia de la gubernatura sólo por tres años. Los “tiradores” ya preferirán guardar sus baterías con miras a la disputa constitucional de 2017.