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Ana Lilia Herrera. Cabildeo.

OFF THE RECORD

Ana Lilia Herrera Anzaldo va abriendo camino. El muy anticipado proceso sucesorio por la gubernatura mexiquense, sigue alineando los astros para la hoy senadora. A partir de este miércoles, asumirá la dirigencia nacional del Movimiento Territorial del PRI, en sustitución de Carlos Flores Rico. De la mano del ex gobernador Arturo Montiel, Ana Lilia ha ido construyendo su trayectoria política, y podría ser de las cartas fuertes del priísmo para 2017.

A favor de Herrera está su carrera electoral. Arrebató al PAN la diputación local de Metepec en 2006. En 2009, le quitó al PT la alcaldía del mismo municipio. Y en 2012, ganó la senaduría en manos de la oposición desde el año 2000. Con Montiel subió como la espuma, de vocera a secretaria técnica del Consejo Estatal de Población, y secretaria de Desarrollo Social. Avecindada en Metepec, es originaria por cierto, de Ecatepec.

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La reaparición de Marcelo Ebrard en la escena pública no es gratuita. El ex jefe de gobierno capitalino ha exigido que el PRD tenga una postura rígida frente a las reformas que vienen: la energética y la fiscal. Desde su posición política e ideológica Marcelo buscará sumar adeptos, desplazar a los Chuchos y su complaciente actitud frente al gobierno de Enrique Peña. Y el Estado de México, será punto de quiebre para las intenciones ebrardistas.

Los pronósticos advierten que la tribu Alternativa Democrática Nacional agudizará el vacío hacia Nueva Izquierda en el perredismo local. El enfrentamiento que lleva semanas confrontando a la izquierda, complica la definición de interlocutores para el gobierno estatal. Aunque el pleito real se reduce, a las posiciones políticas y el reparto presupuestal de lo poco que les queda: la dirigencia estatal y la muy raquítica bancada legislativa.

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A Gustavo Madero le ocupan dos cosas: La escisión panista en el Senado de la República y la muy complicada elección por la gubernatura de Baja California. En el olvido ha dejado la grave situación que aqueja al panismo mexiquense. Tiene hasta las doce de la noche de este miércoles, para resolver una salida a la elección de una dirigencia en el Estado de México, notificarla al Tribunal Electoral, pues de no hacerlo el partido será multado por desacato.

El remedio que explora Madero es elegir una comisión especial con funciones de dirigencia. Aunque se sabe que Gustavo tiene afecto por Ulises Ramírez, el líder panista no cuenta con la mayoría en el CEN del PAN para respaldar al Grupo Tlalnepantla. Mientras que los calderonistas, sólo por regatearle el poder a Madero, estarán en condiciones de inclinarse por Luis Felipe Bravo Mena y los suyos. Al final, la catástrofe nacional, impacta en la fractura estatal.

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La vida es una tómbola, dice el clásico. Este miércoles, Rosario Robles visitará el Estado de México, en su calidad de secretaria de Desarrollo Social del gobierno de Enrique Peña. Pero muchos priístas no olvidan la afrenta que provocaba Robles, en la elección intermedia de 2003, cuando se presentaba como dirigente nacional del PRD, y era un dolor de cabeza para el entonces gobernador priísta Arturo Montiel. Era una lucha electoral, donde Montiel ya soñaba con ser Presidente, y Rosario apoyaba a López Obrador.

Bien dicen que en política, para entrar primero hay que patear la puerta. Y lo que es la vida, hoy Robles será recibida como un cuadro de la izquierda, pero parte del gobierno peñista, lo que significó desde diciembre pasado el regreso del PRI a Los Pinos, el mismo partido que tanto combatió cuando creció al amparo de Cuauhtémoc Cárdenas. Pero en política, también hay una premisa: nada está escrito.