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OFF THE RECORD

Vaya lección se ha llevado Andrea Benítez, mejor conocida como Lady Profeco, luego de la remoción sufrida por su padre Humberto Benítez como titular de la Procuraduría Federal del Consumidor. El berrinche de Andrea por cerrar un restaurante de la colonia Roma a base de influyentismo le costó muy caro a su progenitor. La presión persistente en redes sociales y la pérdida de credibilidad en la institución que encabezaba hicieron insostenible que Humberto se mantuviera en el cargo.

Para Humberto Benítez fue una desastrosa forma de culminar su carrera política. El ex procurador general de la república, tenía una influencia única sobre el Presidente, pero le tocó salir por la puerta trasera. Dada su trayectoria, su edad, y el escándalo que ahora lo envuelve, parece que su fugaz paso por la Profeco será su última escala en el servicio público. Los cercanos colaboradores al hankista lo lamentan en exceso.

Enrique Peña, de nueva cuenta, tomó una decisión pragmática. Sin mucho convencimiento, y sin pruebas aparentes en lo administrativo o en lo jurídico, Peña Nieto determinó cesar a Humberto Benítez. El presidencialismo unipersonal se impuso. Mostró su brazo duro, donde palmo a palmo le ha regresado a su investidura lo inquebrantable e irreversible de sus decisiones. Un autoritarismo que silenciosamente le gusta a los mexicanos, y que hasta parece extrañaban.

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El martes pasado se cumplió un mes de la fuga del violador Víctor Hugo Morales Castañeda. A la fecha, la Procuraduría General de Justicia que encabeza Miguel Ángel Contreras Nieto ha sido incapaz de recapturar al delincuente, que se le escapó a sus policías. La impericia de la instancia ministerial se ha puesto al descubierto. Justificaciones van y vienen, pero la impunidad persiste y la evasión de la justicia es una absoluta vergüenza.

Contreras Nieto simplemente no ha tomado el control de la PGJEM. En los anuncios sobre la delincuencia, lleva mano Salvador Neme, secretario de seguridad ciudadana. El ex comisionado de Derechos Humanos no figura en los afectos de Eruviel y se nota. Su bajo perfil sumado a los yerros de la institución, lo tienen entrampado en un puesto que siempre anheló, pero que simplemente lo ha rebasado en su circunstancia y capacidad.

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Enrique Gómez Leyva, Coordinador de Regulación Sanitaria del  ISEM, murió ayer miércoles a consecuencia de una herida de bala que sufrió el pasado sábado, cuando un comando armado pretendió robarle una camioneta propiedad del gobierno estatal. El ex funcionario del ISEM era además muy cercano al mandatario Eruviel Ávila, con quien laboró como director de salud en el Ayuntamiento de Ecatepec.