La gran ventaja de Eruviel, rumbo a su segundo informe de labores, es el margen de gobernabilidad. Desde los tiempos de Emilio Chuayffet, ningún gobernador había tenido la mayoría legislativa desde el arranque de su mandato que hoy goza Eruviel. Más de noventa municipios son gobernados por su partido. El carro completo le permite tener una mayor maniobra con los tres ámbitos de gobierno. Está en posición envidiable.
No obstante, la crítica de la opinión pública, salvo Antorcha Campesina, en las calles no hay una protesta social que preocupe u ocupe al mandatario. Mantiene el status quo de la entidad. El sistema priísta en el Estado de México es reflejo de que las cosas poco han cambiado. No importa el origen del mandatario, ni de su equipo de trabajo. La maquinaria se encuentra aceitada, y en orden para las elecciones que vengan.
Eruviel espera que las reformas que empuja Enrique Peña lleguen a buen destino. Del éxito de Los Pinos, también depende que Ávila, active su propio proyecto. En el archivero están las reformas “municipalistas” que permitirían a los ayuntamientos recaudar más y mejor, tener mayores atribuciones y hasta una reforma política para ampliar periodos de gobierno o bien, incluso discutir la posible reelección de los alcaldes y regidores.
El ecatepense está convencido de descentralizar los procesos burocráticos que hoy concentra el poder estatal. Alcalde en dos ocasiones, creó en específico la subsecretaria de Desarrollo Municipal a cargo de Benjamín Fournier. En su oficina ya están listas al menos cinco reformas que posibilitan fortalecer a los municipios, pero se espera el momento de que la reforma hacendaria y política federal estén agotadas en su discusión.
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José Manzur ha comenzado a sentir el ejercicio del poder en las grandes ligas. El pasado martes, Jesús Reyna, gobernador interino de Michoacán, visitó San Lázaro y muy en particular la comisión de Presupuesto que preside Manzur, para entregarle la solicitud de recursos adicionales que requieren los michoacanos. La pasarela apenas comienza, y Pepe que es especialista en el rejoneo político, ha comenzado a torear las peticiones.
Lo más fuerte vendrá en la discusión de la reforma hacendaria. Las resistencias son demasiadas, desde el asunto de las colegiaturas, hasta las hipotecas que ya no podrán deducir impuestos, pasando por las croquetas para perros y gatos. Si sale bien librado de ese debate público, Manzur puede pensar en su futuro saliendo de San Lázaro. Si se frustra la reforma hacendaria de Peña, puede pensar en regresar a administrar sus grúas.