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Aarón Urbina. La mayoría legislativa.

OFF THE RECORD

El próximo fin de semana, la legislatura del Estado de México contempla la aprobación de la minuta de Reforma Energética que incluye la modificación constitucional a los Artículos 25, 27 y 28. El Senado de la República prolongó la discusión de dicha reforma en la madrugada de este miércoles. Y en el entramado legislativo, la Cámara de Diputados Federal dará un fast track para remitir la reforma a los congresos estatales.

El Estado de México se convertirá en uno de los primeros congresos, de los 17 que necesita la reforma constitucional, en secundar la Reforma Energética impulsada por Enrique Peña Nieto. El objetivo va en dos sentidos, por un lado apoyar el proyecto del exgobernador de la entidad en lo inmediato; por otra parte, no aplazar más el periodo vacacional que comienza el 21 de diciembre para las oficinas gubernamentales.

Los priìstas mexiquenses le tienen guardada una sorpresa legislativa a los panistas. Los blanquiazules pusieron como moneda de cambio la reforma política para secundar la energética. El PAN peleó por sacar adelante la reelección de legisladores y alcaldes. Pero el PRI mexiquense votará en contra de dicha minuta, con lo que de nueva cuenta habrá “chamaqueado” a los panistas que se fueron con la finta de lo ya aprobado.

Las decisiones de la cúpula siguen su dominancia. Ni PRI ni PAN, y tampoco el PRD se ocupa de atender a los mexiquenses para fijar posturas en las decisiones legislativas que se han discutido en el último año. La camarilla de legisladores responde a los intereses partidistas, pero no a las preocupaciones de sus representados. Muchos de ellos, lamentablemente sólo están para levantar la mano, sin conocer siquiera el sentido de su voto.

El mayor reto del priísmo, por cierto, no es la inminente aprobación de la reforma energética tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados. Lo interesante está en cómo asumir el costo político de la misma, y afrontar las elecciones intermedias de 2015. Ahí, está en riesgo las mayorías legislativas conseguidas por el priísmo hace un año. Y esa composición política de la Cámara baja estará hasta que Enrique Peña abandone el poder presidencial.