Este lunes, la Cámara de Diputados Federal comenzará la discusión para designar a cuatro consejeros electorales del IFE, de un listado de 75 propuestas realizadas por los distintos grupos parlamentarios. En tiempos de hegemonía mexiquense, no se debe perder de vista quiénes son los aspirantes, donde se pudiera delinear en gran medida los afectos de Enrique Peña Nieto para conformar el nuevo IFE. El PRI llevará mano, sin dudarlo.
En la víspera, hubo dos mexiquenses que se han quedado en la orilla de ocupar un lugar en el consejo electoral del IFE. Se trata de Santiago Nieto Castillo, ex magistrado de Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de la Sala Regional de Toluca. Nieto contribuyó en gran medida a legitimar la sobrerrepresentación parlamentaria de PRI y sus aliados electorales en la legislatura local en 2009 y 2012. Es el pago de favores.
En tanto, otro aspirante también empujado por el priísmo sería Arturo Bolio Cerdán, actual consejero electoral en el Estado de México. Bolio llegó al órgano electoral mexiquense a propuesta del PAN. Sin embargo, sus buenos oficios le han acercado al priísmo, hoy instalado en Los Pinos, y desde esa relación podría emigrar al IFE. Bolio tiene un pie fuera del IEEM, considerando la renovación de consejeros locales prevista para abril.
El dominio del órgano electoral es una seducción latente en la clase política mexiquense. Aunque se apruebe el Instituto Nacional de Elecciones ha llegado el momento de marcar territorio para el priísmo en el actual IFE. Se ha comenzado a diseñar el futuro electoral a mediano plazo. Los consejeros electorales que se elijan en los próximos días, definirán en gran medida los comicios intermedios de 2015. El PRI apostará por el control del árbitro.
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A propósito de los comicios de 2015, por anticipado el PRI del Estado de México ya se alista para la elección intermedia. Sin mayores incidentes, reportaron los priístas, se renovaron 122 comités municipales para elegir Presidente y Secretario General por el método de asambleas. En 121 casos, se registraron planillas de unidad, o lo que es lo mismo, se impuso la “dedocracia” del partido. Sólo en Zumpahuacán se registraron dos planillas.
En todos los casos, los alcaldes priístas –en donde son gobierno- acompañaron los procesos internos para imponer a sus cuadros más cercanos en las dirigencias municipales. Raúl Domínguez, dirigente estatal priísta, simplemente actuó como figura decorativa. A la fecha no ha logrado formar su propio grupo político, y su salida de la dirigencia estatal priísta cada vez se observa más cerca, y por cierto, necesaria.