Cualquier relevo en el gabinete siempre será especulativo. Las voces positivas advierten que el remplazo de Carlos Cadena como secretario del Trabajo se da por su incorporación a la iniciativa privada. Las más sospechosas, señalan ya un rompimiento inevitable entre Manuel Cadena y Eruviel Ávila, cuyo pago político lo sufrió Carlos, con su salida del gabinete. No sería sorpresa, que más tarde aparezca en el gabinete federal.
De confirmarse una enemistad pronunciada, entre Manolo y Eruviel, simplemente esas no son buenas noticias. Ávila padece un alejamiento y rechazo eterno con los llamados “tolucos”. La clase del Valle de México, está decepcionada porque hasta la fecha no se dio un ascenso al poder como imaginaron con alguien de los suyos. Y ahora, entre la beligerancia de Antorcha Campesina y la eventual escisión de Cadena, también habrá perdido sus bonos con la zona oriente, la única que le quedaba.
Lo que son las cosas, Antorcha y Cadena enfrentaron una fractura política previo a los comicios locales de 2012. Se atribuye al “fuego amigo” de Antorcha la dramática derrota de Cadena por la alcaldía de Texcoco. Hoy la coyuntura política podría marcar la reconciliación política de ambos. Eruviel tiene cerradas las puertas de Antorcha, y al parecer, también al que pintaba para convertirse en un válido interlocutor.
Carlos Cadena ya se podrá asumir como un “todologo”. En cuatro años, recorrió igual número de secretarias. Pasó por Desarrollo Económico y más tarde por Desarrollo Metropolitano. Ambas en el mandato de Enrique Peña. Y en el gabinete eruvielista, pisó la titularidad de Medio Ambiente y Trabajo. Ayer, ya abandonó su abultada y veloz trayectoria política, aunque no será el final, pues vivir fuera del presupuesto es vivir en el error.