Pasadas las elecciones del domingo, hay dos conclusiones que el Estado de México debiera analizar con preocupación. La primera, expuesta por politólogos, académicos y empresarios es la necesaria desaparición de los órganos electorales locales. Los gobernadores actuaron con impunidad, se entrometieron en los comicios locales, y los consejeros electorales fueron omisos. Se requiere del rigor que impone el Instituto Federal Electoral para organizar también las elecciones de los estados, argumentan.
La premisa también la comparten los dirigentes nacionales del PAN y PRD, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, para ahorrar recursos financieros, y concretar la idea de tener elecciones concurrentes. Califican como retroceso la posibilidad de los tiempos del “carro completo”, donde el priísmo lo ganaba todo, dentro y fuera de la ley, imponía condiciones para mostrar su músculo político y la maquinaria electoral. Ahí reside el temor.
Mientras en el Estado de México preparan renovar a los siete consejeros electorales para noviembre próximo, el país apunta a fortalecer el IFE, y eliminar órganos electorales que han sufrido de una “colonización” por parte de los gobernadores que actúan como virreyes. En la entidad mexiquense, no hay excepción a la regla. El IEEM ha actuado casi siempre como un brazo articulador del partido en el gobierno, que hasta hoy no conoce alternancia.
El otro dato concluyente, son las irregularidades presentadas por la empresa Profesionales en Ingeniería y Sistemas (PROISI), responsable del Programa de Resultados Electorales Preliminares en Baja California. Durante el procedimiento de conteo, se detectó que la sumatoria de los partidos políticos no sumaba 100 por ciento, y eso echó por la borda cualquier esfuerzo. El PREP quedó sin efectos, y se tendrán resultados hasta mañana.
La empresa PROISI no es nueva en el mercado electoral. Ya en 2010, Proisi había participado en el proceso electoral de Veracruz con malos antecedentes, incumplimiento en el contrato, y un muy cuestionado programa de resultados preliminares. Muy parecido caso al de Cartonera Plástica, que dio fama al Instituto Electoral del Estado, cuando debieron renunciar los siete consejeros mexiquenses acusados de corrupción.
Antes de renovar los consejeros electorales y llevar a cabo las reformas políticas que conllevan la postulación de candidaturas ciudadanas, lo que se pondrá en juego es la permanencia o desaparición del órgano electoral del estado. Nadie sabe, nadie supo, a qué dedica el tiempo, el esfuerzo, el personal y el dinero el IEEM durante los años que no hay comicios. Ellos dicen que ha fomentar la participación ciudadana, lo cierto es que en años de historia han sido incapaces de ganarle al abstencionismo.