Luis Miranda Nava, está destinado a convertirse en uno de los hombres fuertes y de mano dura en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Su compadre, amigo íntimo y confidente es también su alfil de mayor confianza en la operación política de los asuntos de mayor delicadeza. Ayer, Miranda tuvo la muy compleja encomienda, de encabezar la negociación con la CNTE para avanzar aceleradamente en la aplicación de la reforma educativa, cuya organización amedrenta con más bloqueos.
Más tarde Miranda Nava acompañó a Miguel Ángel Osorio Chong –secretario de Gobernación- en la reunión con los gobernadores de Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Su destreza lo viste de hombre duro por la mañana, y de personero dialogante por las noches. Es, sin dudarlo, el subsecretario más influyente en el equipo peñista, y uno de los funcionarios que desde inicio siempre creyó en el proyecto político del atlacomulquense. Ahí la recompensa.
Ni duda cabe, que la detención de Elba Esther Gordillo, tuvo una alta connotación política. En el reciente encuentro que sostuvo Peña Nieto con el nuevo líder del SNTE, Juan Díaz de la Torre, se pudo apreciar a un muy sonriente secretario de Educación. El ex secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet firmó el epitafio de la maestra, a pesar de que ella pretendió escribírselo al mexiquense en sus desencuentros políticos. Chuayffet goza del ejercicio del poder desde hace tres décadas y sabe cómo usarlo.
De Gordillo ya nadie se acuerda. La agenda pública la defenestró, y una vez encarcelada ocupó un bajo perfil. Las voces futuristas, advierten que Gordillo saldrá de prisión antes de que concluya el año, y cumplirá su condena recluida en su casa, apelando su avanzada edad y su decaído estado de salud. El objetivo se cumplió: deshacerse del lastre llamado Elba Esther, que tanto obstáculo le implicaba al ocupante del escritorio de Vasconcelos.
Otro personaje que no debe perderse de vista es Aurelio Nuño Mayer. El jefe de la oficina de la Presidencia, se encuentra en un momento cumbre de su carrera política, al coordinar en gran medida los cinco “minigabinetes” que planteó Enrique Peña para cumplir con sus ejes rectores. Aurelio fue vocero de la campaña peñista, en la transición coordinador del ramo educativo, y hoy titular de la oficina más próxima al Presidente.
Aunado a su ascenso envidiable para cualquiera, Nuño es también, el enlace entre el gobierno federal y el Estado de México. Su más reciente aparición fue el pasado 2 de marzo, pero hoy más que nunca está obligado a regresar. El Estado de México es prioritario para Peña en materia educativa, social, política, económica, de infraestructura… y por supuesto, electoral.