En el PAN del Estado de México las cosas no tienen remedio. Una vez más, el grupo de los Bravo boys, liderados por Luis Felipe Bravo Mena, promovió un recurso ante la Sala Superior del Tribunal Electoral para revocar el triunfo de Oscar Sánchez Juárez, quien apenas retomó el control de la dirigencia estatal, a pesar de que fue en noviembre pasado cuando obtuvo su tan cuestionado e impugnado triunfo en los comicios internos.
El recurso fue presentado hace tres semanas. Hasta la fecha la Sala Superior no ha dado respuesta, pero todo apunta a que será admitido. El próximo 24 de noviembre se cumplirá un año de la elección, y Sánchez Juárez no ha sido capaz de presidir siquiera un mes, entre ascensos, defenestraciones, interinatos y hasta delegaciones especiales. El panismo mexiquense no tiene pies, ni cabeza. Mucho menos rumbo.
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A propósito de panistas, el senador Ernesto Cordero estuvo en Metepec este miércoles para refutar la propuesta de reforma hacendaria del gobierno peñista. El ex titular de Hacienda habla mucho y mal de la secretaría que antes presidió, pero omite sus propios yerros en una dependencia que sólo usó para su fallida aspiración presidencial. El ex compañero de aula de Luis Videgaray peca de soberbia, y en el pecado ha llevado su penitencia.
Llegó tarde al evento, donde ya lo esperaban decenas de empresarios que pagaron 300 pesos por persona para reunirse con Cordero. El delfín político del calderonismo adelantó que no aceptarán mayores impuestos para los mexicanos. La reforma hacendaria del peñismo se tambalea. El próximo 14 de octubre vence el plazo para su aprobación o rechazo. Y en general, todo indica que el Pacto por México ha comenzado a colapsar.
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Vaya que la delincuencia es preocupante en el Estado de México. No es gratuito, ni fortuito que haya incrementado la percepción de inseguridad según el Inegi. Ayer, la cabeza de un hombre fue encontrada junto con un mensaje en la colonia Minas Palacio, en el municipio de Naucalpan. La cabeza fue dejada afuera de un domicilio, entre rastros de sangre. La escena dantesca no puede ser aceptada como una normalidad.
“Ya llegamos la plaza tiene dueño abriéndose a la verga Orlando o te vamos a trosar. Atentamente El Cartel de Sinaloa putos”, decía el mensaje. El crimen organizado no ha dejado de operar, sólo que ahora tiene una menor difusión mediática. Estos han dejado de ser casos aislados, para convertirse en actos constantes. La autoridad permanece omisa, pero eso por ningún motivo desaparece o cambia la realidad. Algo anda mal en el estado.