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OFF THE RECORD

La ceremonia del Estado de México ha dejado de ser la pasarela política que fue entre 2000 y 2011, en los años en que Arturo Montiel y Enrique Peña aspiraron a la nominación por la Presidencia de la República en sus respectivos mandatos. Con la asunción de Eruviel Ávila, inevitablemente, la conmemoración por la Fundación del Estado de México ha perdido el vigor y el poder de convocatoria que significó para la clase política, empresarial, social y hasta eclesiástica en los años mencionados.

El evento por el 190 aniversario se vio reducido en un austero encuentro desarrollado en el patio central del Palacio de Gobierno. Las ausencias de los exgobernadores, cualesquiera que hayan sido sus motivos, muestran un enrarecimiento del escenario político mexiquense. Eruviel celebró con su círculo más cercano, y con los vacíos de exmandatarios y mexiquenses que ocupan las posiciones de la primera línea en el gabinete de Enrique Peña. Algo anda mal.

Por segundo año consecutivo, Aurelio Nuño Mayer –encargado político del Estado de México y Distrito Federal- fue el representante del Presidente de México en la ceremonia por la Fundación de la entidad. Aurelio es uno de los hombres más cercanos al secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Mucho tiempo se rumoró era pareja sentimental de Sofía Aspe –hija de Pedro Aspe, tutor de Videgaray-. Lo cierto es que Nuño recién se comprometió con la bailarina profesional de flamenco María Aliaga, de 26 años.

Eruviel ya transcurrió tres ceremonias de la Fundación del Estado de México, y con ello prácticamente se ha ido la mitad de su sexenio. A la mitad del camino, el 2 de marzo de 2017 será la fecha del banderazo oficial para definir al candidato priísta a la sucesión por la gubernatura, y el fin del mandato eruvielista en caso de no ser removido, como sugieren las voces más distantes del Grupo Atlacomulco. Como sea, y paso a paso, Eruviel ya está a la mitad del camino.

Para los ojos futuristas, rumbo a la sucesión por la gubernatura ayer estuvieron presentes las senadoras Ana Lilia Herrera Anzaldo y María Elena Barrera Tapia. También y con lugar en el presídium, el diputado federal Pepe Manzur Quiroga. Y el infaltable Alfredo del Mazo Maza, director general de Banobras, quien hace tres años se quedó a un paso de ser el candidato. No son todos los que están, ni estuvieron todos los que son. Pero a esos cuatro no habría que perderlos de vista en los años por venir.