El Gobierno de Eruviel Ávila Villegas comenzó la difusión de diversos spots que ratifica que su gestión piensa y trabaja en grande. En los mismos, se presume la diversidad de su gente, su amplitud geográfica y los desafíos como la educación en el estado más poblado del país, al que se apuesta generar una identidad cuya población es mayoritariamente migrante. La gran interrogante es: ¿Cuál es la intención de dichos promocionales en pleno mes de abril?
Lo que oculta el gobierno eruvielista es el desastre en que se encuentra inmerso el estado por la insuperable criminalidad que le azota. Tampoco se hace referencia alguna sobre la falta de operación de la tarjeta La Efectiva que fue bandera de campaña de Ávila, hace dos años que anda en proselitismo, y que a 18 meses de mandato se ha quedado en una promesa hueca y sin ejecución. Mucho menos incentiva el turismo, cuando por cierto, el periodo vacacional ya concluyó.
——
Entre el Distrito Federal y el Estado de México no se ponen de acuerdo. Mientras Mancera aprueba aumento a las tarifas del transporte; Eruviel mantiene la presión de los concesionarios. Y en materia de tenencia vehicular, no bastó con no ponerse de acuerdo en los subsidios de ese impuesto a los automovilistas. Ahora, el gobierno capitalino prorrogó su pago hasta el 30 de abril, mientras que la gestión mexiquense no aplazó su recaudación y la fecha límite de pago fue ayer domingo, y quien no haya cumplido deberá erogar el pago por tenencia.
Lo único que parecen tener en común, es que tanto Mancera como Eruviel, tienen de manera muy anticipada su vista en el 2018. Ambos, se han distanciado de sus antecesores. Mancera ha enconado sus vínculos con Marcelo Ebrard, y Eruviel se mantiene distanciado del Presidente Enrique Peña. Y en medio de esa rebatinga política simplemente no hay agenda metropolitana para los asuntos comunes entre el Estado de México y la capital del país.
——–
El pasado jueves, falleció sorpresivamente la mexiquense y medallista olímpica Soraya Jiménez. La pesista que triunfó en Sydney 2000 al convertirse en la primera mujer mexicana en obtener medalla de oro durante unos Juegos Olímpicos murió a consecuencia de un paro respiratorio. El encumbramiento deportivo ocurrió durante el sexenio de Arturo Montiel, junto con deportistas como Noé Hernández –recientemente fallecido-, Víctor Estrada y Fernando Platas, entre otros.
A diferencia de muchos deportistas triunfadores, Soraya estuvo apartada del reflector político. No buscó ser ni dirigente del deporte, ni diputada o líder partidista. Siempre estuvo enfocada a su pasión, primero como practicante y más recientemente como instructora. Actualmente, Jiménez era entrenadora de halterofilia –su especialidad deportiva- en la Universidad Autónoma de Estado de México. La irreparable pérdida de Soraya pegó fuerte en el mundo deportivo.